lalentedemabel

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lunes, 25 de agosto de 2014

Entre fotocopias y libros digitales, ¿acceso abierto para cuando?



El año escolar 2013 en Uruguay terminó con un sonado caso de investigación y proceso judicial a propietarios de locales comerciales dedicados al fotocopiado de textos de estudio, sobre todo jurídicos.¿Sólo los estudiantes de Derecho “piratean” su material de estudio en Uruguay? ¿A la Justicia Uruguaya sólo le preocupa la ilegalidad del copiado de material jurídico? ¿Qué pasa con los innumerables textos de matemáticas, inglés, sociología, psicología, química, etc., etc. que son copiados a diario en Montevideo y otras ciudades del país?


En los alrededores de la céntrica Facultad de Derecho de la Universidad de la República (única universidad pública en Uruguay), se amontonan pequeños locales de fotocopiado que hace más de veinte años abastecen a los estudiantes de esa facultad y otros centros de estudio con los materiales textuales para sus carreras. El punto es que en la Facultad de Derecho funciona desde 1968 la Fundación de Cultura Universitaria (FCU), una organización derivada del Centro de Estudiantes de Derecho, cuyo principal objetivo es la divulgación, para lo que prevé el abaratamiento de las publicaciones de textos de estudio.
Sus antecedentes deben rastrearse en una Oficina de Apuntes, creada por los estudiantes de esa facultad en los años de 1940. Amén de ser expresiva de una cultura (la del apunte, el librillo, el fragmento de libro) propia de la masificación de la matrícula universitaria, la FCU llegó a la década de 1990 (cuando tuve oportunidad de visitarla para comprar librillos con fragmentos de Marx, Gramsci, Weber o Durkheim) convertida en una editora de materiales de bajo costo, poco conocida o desconocida fuera del ámbito de los estudiantes de derecho, y en franco retroceso frente al creciente negocio de las fotocopiadoras, capaces de copiar materiales más actuales y selecciones más acordes a los cambios en los planteles docentes y los programas disciplinares. 
Pues bien, es a instancias de la FCU que las fotocopiadoras de los alrededores de la Facultad de Derecho fueron allanadas y sus funcionarios y propietarios enviados a tribunales. La Fundación habría denunciado a los centros de fotocopiado por violar los derechos de “propiedad intelectual”, según reza en la prensa local1.



En febrero de 2014, y ante el inminente retorno a las aulas en el mes de marzo, el Centro de Información Oficial (IMPO), ex Imprenta Nacional, anunció la apertura de una librería digital en la que los estudiantes (apenas) de Derecho y Notariado podrán adquirir copias legales de textos de estudio a bajo costo. La misma resulta de un convenio entre el IMPO y la FCU. En aquel momento se anunció el lanzamiento de la biblioteca con 30 títulos y la promesa de llegar a los 150. En agosto de 2014 se cuentan 80 títulos2.


Cabe cuestionarse si la solución implementada por el IMPO está orientada a la ampliación del acceso a la cultura, cuidando el derecho de autor, o si se orienta fundamentalmente a cuidar los derechos de propiedad intelectual de los que goza la FCU. O bien la Fundación es un verdadero garante de los derechos de los autores, y el único capaz de forzar al Estado uruguayo a proveer una alternativa al fotocopiado de textos, o bien opera como una entidad jurídica particular, que busca protegerse de lo que considera una competencia desleal, a la que no ha conseguido hacerle frente mediante estrategias de mercado.

Sin dudas, la biblioteca virtual de IMPO amplía el acceso, a bajo costo y con restricciones de uso3.No obstante, es “una ampliación poco amplia”, dado que contempla apenas a los estudiantes de Derecho y Notariado, con títulos de autores nacionales y hasta el momento en número inferior a cien. 
¿Qué sucede con los estudiantes de Medicina, de Historia, de Biología o de Ingeniería? Dado que esas y otras facultades no han consolidado fundaciones editoriales con la fuerza de la FCU parecen haber quedado desamparados. 
Además, el hecho de restringir la biblioteca virtual IMPO a títulos de autores uruguayos editados por FCU, viene a facilitar las negociaciones en las que el Centro de Información se vería envuelto –en franca desventaja mercantil- frente a casas editoras y distribuidoras transnacionales. 
En este sentido, abro la cuestión de si el aparataje legal de la propiedad intelectual no termina imponiéndose al propio Estado uruguayo, oscureciendo incluso su buen papel como garante de los derechos de acceso a la cultura de sus ciudadanos. 

Como señala Patricia Díaz, no debe confundirse el derecho a la protección de los intereses morales y materiales de los autores de producciones científicas, literarias o artísticas (artículo 27 Declaración Universal de DDHH, 1948; artículo 15 Pacto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, 1966), con la protección de los intereses empresariales y comerciales, tal como se entiende en las legislaciones sobre propiedad intelectual. Mientras el primero es un derecho inherente a la persona, en este caso el creador o autor, el segundo puede ser cedido a entidades jurídicas como empresas4.


Se abre la pregunta sobre la forma en que la FCU hace efectiva el derecho de los autores a percibir beneficios materiales, derivados de la comercialización a través de la Fundación. El director de IMPO, Gonzalo Reboledo, consultado por un medio radial montevideano sobre cuál es el acuerdo concreto para garantizar el derecho de los autores, declaró que de esa parte se encarga la FCU. Y en la misma entrevista, ante los planteos periodísticos sobre el escepticismo de la Cámara Uruguaya del Libro ante un proyecto ampliado de biblioteca digital, Reboledo respondía que la preocupación de IMPO y de la mencionada Cámara respecta no sólo al derecho al acceso de los estudiantes al material de estudio, sino de “toda la cadena que tiene que ver con la producción de este tipo de materiales”. Es decir, no sólo autores, sino también casas editoras y distribuidores (y ya se sabe que estos son huesos difíciles de roer)5.


En definitiva, ¿qué encrucijadas debe sortear el Estado uruguayo para dejarse tomar por la cultura abierta? ¿Es sólo una cuestión de fortaleza para hacer frente al poder de las empresas editoriales? ¿O nos está haciendo falta profundizar el debate en términos de derechos, para que repositorios como el de IMPO dejen de estar orientados “por las leyes y los tratados internacionales sobre propiedad intelectual e industrial”y pasen a estar orientados por los principios de la cultura abierta?


Montevideo, agosto de 2014

domingo, 3 de agosto de 2014

He vuelto...

... para mirar desde otro lugar.
Las preocupaciones de fondo son las mismas. Las preguntas parecen otras...

martes, 29 de junio de 2010

Políticas de la memoria, exilio y migraciones

Comentario de:
Hubo que irse de golpe - la diaria

Por Mabel Zeballos

En 2007 me detuve a pensar sobre algunas de las operaciones simbólicas a través de las cuales los actores políticos, y especialmente los que ocupan o se hallan próximos a los centros de poder, rescatan, entierran o re-semantizan hechos y personajes del pasado. En aquella época leía a Norbert Elias y sus reflexiones sobre la sociedad y la etiqueta cortesana en la Europa monárquica, a Clifford Geertz y su Negara, y si la memoria no me falla a Victor Turner escribiendo sobre actos rituales. Como trabajaba en una monografía de Antropología Política, pensaba la política como ritual y me planteaba algunas preguntas sobre la institución por decreto del entonces presidente Tabaré Vázquez del 19 de junio, históricamente feriado que celebra el nacimiento de José Artigas, como el Día del Nunca Más. Una vez más -para algunos- podría ser movido de su pedestal el general Artigas, héroe de la independencia del Río de la Plata respecto de España, héroe que Uruguay como país independiente atesora para sí por haber nacido en la margen oriental del río Uruguay y no del lado (hoy) argentino. Lo que estaba en juego, en verdad, era la capacidad de instituir una forma de memoria sobre los hechos de la dictadura militar reciente (1973 - 1985). Esta memoria había permanecido subalterna y, con la llegada de la coalición de izquierda Frente Amplio - Encuentro Progresista - Nueva Mayoría al poder, en 2004, ganaba la capacidad de modificar la arena política intentando incluso este tipo de nuevo encuadramiento. Por estos días, leí alguna nota periodística en la que incluso tuve la ligera sensación de que aquel decreto no "prendió" y que incluso las nuevas figuras de aquella coalición, una vez más en el gobierno nacional (2010-2015), se atrevían a criticar el día del Nunca Más.
Hoy me desayuno con una nueva operación de la memoria que me obliga a escribir algunas líneas, sobre todo teniendo en cuenta que actualmente me pregunto: "Departamento 20: ¿emigrantes, exiliados o diaspóricos?"(***). Ayer, dos eventos institucionales recordaron el golpe de estado del 27 de junio de 1973 y La Diaria titula "Hubo que irse de golpe" (**). El título remite al hecho de que la recordación del golpe este año asumió "la óptica del exilio", a través del evento organizado en el seno del Poder Legislativo en Uruguay, donde se tuvo el cuidado nada menor de que la versión taquigráfica de la ceremonia fuese difundida en "la patria peregrina".
Es decir que, con esta nueva tirada de dados, el juego de categorías aproxima un poco más los significados del exilio histórico, el de los que "se fueron de golpe" en la década de 1970, siendo o no directamente perseguidos por la represión militar pero, al fin y al cabo, todos afectados por la inestabilidad política, social y económica de la época, a los significados de la permanencia fuera de las fronteras uruguayas en crecientes "condiciones de transnacionalidad" (senso Lins Ribeiro), o sea, la experiencia de permanecer en diáspora constituyendo la llamada "patria peregrina". Muchos de los miembros de esta "patria peregrina" también formaron parte del contingente de exiliados de los años 70, muchos emigraron recientemente y en la perspectiva de los propios involucrados, éstos últimos son "emigrantes" (económicos) y no "exiliados". Más allá de los significados que esa "patria peregrina" carga desde que la categoría fue activada (desactivada y re-activada) oficialmente, especialmente con la creación y el devenir del Departamento 20 y la institucionalización de la vinculación con los uruguayos de fuera de fronteras como política del Ministerio de Relaciones Exteriores uruguayo, una cosa es cierta: para que todos los que están afuera se enteren, la memoria del golpe de estado "desde la óptica del exilio" se les hará llegar.
¿Y cuál es la óptica del exilio?
Entrevistando a personas que salieron "de golpe" y no tan "de golpe" y que podríamos considerar parte de la patria peregrina, pues llevan 30 o más años viviendo en lugares tan diversos como Australia o Brasil, es difícil describir una óptica única del exilio. Una identidad política de izquierda podría ser el rasgo sobresaliente más compartido, sin embargo, los grados de involucramiento partidario y militante difieren de todo a nada.
Veamos pues, quiénes fueron convocados por la comisión parlamentaria de Derechos Humanos para la recordación de ayer. Según la crónica de La Diaria, participaron contando sus historias destacadas figuras públicas de las escenas literaria, periodística, musical y política uruguaya, incluída la ex-vicecanciller Belela Herrera, también vinculada al exilio y su extensión contemporánea bajo la forma de patria peregrina (¿o será que los viejos exiliados no admiten esa categoría para autodefinirse?). Todas figuras históricamente ligadas al largo proceso político marcado por las luchas sesentistas, la represión cívico-militar, la prisión, el exilio, y las transformaciones de la arena politica uruguaya posterior a la apertura democrática que desembocan en la actual configuración de posiciones: la izquierda en el poder, los militares siendo juzgados por crímenes cometidos en dictadura... y una memoria poética que recuerda que donde una vez fueron enterradas armas luego crecieron flores (declaraciones de B. Herrera sobre recuerdo de L. Nieto en La Diaria. Ver nota).
Yo misma, me he visto confrontada con esta memoria poética que es realmente emocionante y que no es exclusiva de las reconocidas figuras públicas. Las narrativas rozan la aventura y están llenas de insolencia y osadía: ilegales, viviendo de la venta informal de muñecos de trapo, los hijos pequeños acompañan a sus padres, ex-militantes comunistas, y ayudan a pregonar en portugués los productos de su madre, disfrazada como un notorio personaje de la literatura infantil brasilera. Esta es sólo una historia, del exilio pero obtenida explorando una red social fuertemente identificada con el discurso diaspórico de la patria peregrina. El relato fue obtenido en Porto Alegre, Brasil, en 2010... ¿y entonces, emigrados, exiliados o diaspóricos?

-Continuará-


(**) "De golpe": repentinamente. En el titular, juega con la expresión "golpe de estado".
(***)“Departamento 20”: Emigrantes, exilados ou diaspóricos? Identidade narrativa, memória e hierarquias entre transmigrantes uruguaios. Resumen de trabajo a ser presentado en 27º Reuniao Brasileira de Antropologia, Belém, Pará, agosto de 2010.